Viajé cuarenta minutos para verte
hace un momento creí que el tiempo se había detenido
y que estaba en la condena de ver pasar los edificios y personas inertes
para siempre
Pero ahora la vista se hacía ligera
volver a cualquier parte
tengo una vida…
y seguirá siendo la misma
contigo
sin ti
La amanecida siguiente vuelvo a ser el mismo de siempre
¿Qué son las personas que conviven con otras?
Tu sonrisa… jovial y enérgica, pero algo forzada
¿Qué será que esconden esas facciones, esas suaves inclinaciones, ese bello cutis…?
Y esos ojos prometedores de alegría, de luz, de dicha
¿Serán eternos? ¿Podré siempre verlos?
¿Viajaré otros cuarenta minutos…
sólo para volver a verlos?
Poco distingo lo que soy de lo que me rodea
No pienso desnudarla, ni preguntarle su nombre
ni atender una de sus llamadas
Más he hecho de copas e ilusiones
llenas de sentimientos imaginarios de lo que podría pasar
de tenerla presente
Miedo hasta de aburrirme
ojalá esta sensación fuese el pan de cada día
vivir de ilusión
tentar a la tentativa
Sé que será un adorno entre mis recuerdos
algo que tuve que ver, pero jamás vivir
como las construcciones y las manzanas pasan frente al viento
como las personas y sus historias pasan efímeras por los cristales
como las emociones vienen de visita a nuestros corazones…
cada tal por cuanto
cada cuando…
siempre.
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