La sola palabra
dice todo
Ruinas de una capital olvidada
que se sumerge en la agonía
de una bella melodía
Me sumerjo y encuentro
más respuestas
sensaciones desagradables
pero que no puedo dejar de oír
«no puedo dejar ir»
Puedes sentir los tiempos que se acaban
que reviven o mueren
en un eterno resplandor
Alguna vez tuve nombre
Alguna vez la gente oyó mi voz
Ahora duerme en mi memoria
en un bello caparazón
o la corteza de una concha
Debo fluir
perdido en la hipnosis de un viejo templo
o la ciudad de laberintos más abiertos
donde hallo mi espacio sereno
y desolado en mi interior
Alguna vez tuve la oportunidad de conocerte
Hoy, te miré para despedirme
en un flechazo hacia mi frente
diciéndome: «Aquí quedó, veme»
Lo contrario de una pasión
Lo contrario de una inspiración
como el vampiro que te roba
inconscientemente el ánima
Acaricio tu mejilla
robo la sal con la yema de mis dedos
Todo lo que fue duerme hecho polvo
como la arena donde siembra
un cono cimiento olvidado
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